En este post quiero hablarte de cómo fermentar verduras en casa. Es un proceso muy sencillo, con utensilios que puedes tener a tu alcance y lo mejor de todo: va a aportar grandes beneficios a tu dieta. Si es tu primera vez te recomiendo que empieces por usar col, zanahoria, cebolla, nabo, rabanito…estos ingredientes resultan más sencillos de fermentar.
¿Cómo empiezo?
Prepara las verduras, pero no las peles! En la piel es donde se encuentran la mayor cantidad de bacterias beneficiosas. Así que, límpialas bien pero no les saques la piel. Puedes ayudarte con un cepillo específico para su limpieza.
Corta las verduras finas y en trozos pequeños si quieres que fermenten rápido y consumirlas en breve. Por el contrario, si quieres consumirlas más adelante, córtalas en pedazos más grandes. En este punto, son muy útiles las mandolinas, yo uso ESTA.
Es importante que las verduras sean lo más frescas posible y a poder ser, de calidad ecológica.
Rellena los frascos con las verduras y cúbrelas con una salmuera hecha con 2 cucharadas de sal o 40g de sal por cada litro de agua (usa sal natural, no yodada y, preferiblemente agua de buena calidad). La sal previene el moho y favorece a las bacterias beneficiosas, dando como resultado un producto fermentado de textura crujiente.
Puedes añadir hierbas y otros condimentos al gusto.
La clave está en que las verduras permanezcan bien sumergidas en la salmuera, ya que si quedan expuestas al aire, se pudrirán.
Si ocurre que alguno de los vegetales se queda flotando, debes encuentrar una manera de añadirles peso, de manera que queden todos ellos bien sumergidos. Aquí tienes algunas opciones.
Si usas un tarro de vidrio, aprieta la tapa hasta que quede bien ajustada, pero no al máximo. Esto evitará la entrada de oxígeno, pero a su vez permitirá que el dióxido de carbono escape; de lo contrario, la presión puede acumularse y puede producirse una explosión (los recipientes específicos para la fermentación suelen tener un sello de agua para este propósito).
Pack de 2 Tarros myFERMENTS |
Juego de tarros de fermentación Kilner |
Fermentador de Lekué |
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Mantén tus tarros en un lugar fresco y oscuro, idealmente donde la temperatura se mantenga entre 18 y 21 ºC.
Y ahora, paciencia, toca esperar!
Ten en cuenta que los tiempos de fermentación varían dependiendo de la temperatura, las verduras y diferentes factores. Se trata, cada vez, de un proceso experimental.
De manera orientativa debes dejar reposar los fermentados en salmuera un mínimo de tres días.
A partir de entonces, puedes ir probándolos. Cuando te guste su sabor y acidez, debes guardarlos en la nevera para detener la fermentación.
¿Cómo los consumo?
Si es la primera vez que consumes verduras fermentadas, te sugiero que agregues unas cucharadas a las ensaladas. De esta manera, combinándolas con otros vegetales crudos, minimizarás el sabor agrio que en un inicio te puede resultar algo fuerte. También puedes probar en sándwiches o mezclado con legumbres.
Atención! Es importante que manipules los fermentados con utensilios de madera para asegurar su buena conservación y evitar que se contaminen.
Si incorporas alimentos fermentados a tu dieta mejorarás tus digestiones y estarás aportando una variedad muy amplia de bacterias muy beneficiosas para tu salud intestinal. Te aconsejo que, para empezar, pruebes esta sencilla receta de verduras fermentadas, no te traerá problemas y el éxito está asegurado.
¿Fermentamos?
En este post quiero hablarte de cómo fermentar verduras en casa. Es un proceso muy sencillo, con utensilios que puedes tener a tu alcance y lo mejor de todo: va a aportar grandes beneficios a tu dieta. Si es tu primera vez te recomiendo que empieces por usar col, zanahoria, cebolla, nabo, rabanito…estos ingredientes resultan más sencillos de fermentar.
¿Cómo empiezo?
Prepara las verduras, pero no las peles! En la piel es donde se encuentran la mayor cantidad de bacterias beneficiosas. Así que, límpialas bien pero no les saques la piel. Puedes ayudarte con un cepillo específico para su limpieza.
Corta las verduras finas y en trozos pequeños si quieres que fermenten rápido y consumirlas en breve. Por el contrario, si quieres consumirlas más adelante, córtalas en pedazos más grandes. En este punto, son muy útiles las mandolinas, yo uso ESTA.
Es importante que las verduras sean lo más frescas posible y a poder ser, de calidad ecológica.
Rellena los frascos con las verduras y cúbrelas con una salmuera hecha con 2 cucharadas de sal o 40g de sal por cada litro de agua (usa sal natural, no yodada y, preferiblemente agua de buena calidad). La sal previene el moho y favorece a las bacterias beneficiosas, dando como resultado un producto fermentado de textura crujiente.
Puedes añadir hierbas y otros condimentos al gusto.
La clave está en que las verduras permanezcan bien sumergidas en la salmuera, ya que si quedan expuestas al aire, se pudrirán.
Si ocurre que alguno de los vegetales se queda flotando, debes encuentrar una manera de añadirles peso, de manera que queden todos ellos bien sumergidos. Aquí tienes algunas opciones.
Si usas un tarro de vidrio, aprieta la tapa hasta que quede bien ajustada, pero no al máximo. Esto evitará la entrada de oxígeno, pero a su vez permitirá que el dióxido de carbono escape; de lo contrario, la presión puede acumularse y puede producirse una explosión (los recipientes específicos para la fermentación suelen tener un sello de agua para este propósito).
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Mantén tus tarros en un lugar fresco y oscuro, idealmente donde la temperatura se mantenga entre 18 y 21 ºC.
Y ahora, paciencia, toca esperar!
Ten en cuenta que los tiempos de fermentación varían dependiendo de la temperatura, las verduras y diferentes factores. Se trata, cada vez, de un proceso experimental.
De manera orientativa debes dejar reposar los fermentados en salmuera un mínimo de tres días.
A partir de entonces, puedes ir probándolos. Cuando te guste su sabor y acidez, debes guardarlos en la nevera para detener la fermentación.
¿Cómo los consumo?
Si es la primera vez que consumes verduras fermentadas, te sugiero que agregues unas cucharadas a las ensaladas. De esta manera, combinándolas con otros vegetales crudos, minimizarás el sabor agrio que en un inicio te puede resultar algo fuerte. También puedes probar en sándwiches o mezclado con legumbres.
Atención! Es importante que manipules los fermentados con utensilios de madera para asegurar su buena conservación y evitar que se contaminen.
Si incorporas alimentos fermentados a tu dieta mejorarás tus digestiones y estarás aportando una variedad muy amplia de bacterias muy beneficiosas para tu salud intestinal. Te aconsejo que, para empezar, pruebes esta sencilla receta de verduras fermentadas, no te traerá problemas y el éxito está asegurado.
¿Fermentamos?
